La pandemia nos ha enseñado a apreciar los pequeños momentos de alegría que antes solíamos ver como actos naturales en nuestra respectiva cotidianidad. Desde el abrazo negado a un abuelo hasta las sonrisas olvidadas de los niños en los parques, el año 2020 ha estado repleto en lecciones que nos han sacudido hasta la esencia misma. Entre todo este vaivén emocional que ha atentado hasta contra la salud mental de miles de personas, el componente de orden financiero en nuestras existencias ha sido puesto a prueba duramente.
Miles de personas han perdido sus empleos o han visto modificadas sus jornadas laborales implicando considerables reducciones en ingresos. Por otro lado, con las moratorias en préstamos, arrendamientos y servicios varios hasta diciembre, se respira una muy esquiva y no tan real paz económica temporal. Para que esa aparente paz no se convierta en gritos de desesperación en el mes de enero de 2021 es de vital importancia aferrarse a principios de finanzas resilientes.
Tiempo de pivotear: aterriza oportunidades de ahorros
Este tiempo de pausa debe ser afrontado con enorme responsabilidad. Estamos por entrar en el último trimestre del año; uno que debe ser utilizado para aterrizar oportunidades de ahorros que permitan encarar el arranque de un 2021 que será sin lugar a dudas lleno de incertidumbres. Es momento de analizar oportunidades de ingreso, pivotear, replantearse buscando alternativas en la generación de dinero suficiente para al menos cumplir con el despertar del ciclo económico. Quizás las últimas semanas han servido para estudiar, actualizarnos en habilidades olvidadas o simplemente alinear ideas para arrancar.
El final de las moratorias
El principal desafío a encarar es el final de las moratorias. Bancos, arrendadores, compañías proveedoras de servicios básicos empezarán a tocar las puertas de sus clientes para retomar el repago de obligaciones. En un ambiente de recesión económica como Panamá no ha visto en 30 años, la ocasión es propicia para poner en una balanza esos lujos que solíamos darnos, excesos, planes de viajes y otros gastos superfluos contra lo que es realmente relevante: salud, educación y calidad en el tiempo compartido con seres queridos.
Habla con tu banco, baja saldos de tarjetas y controla gastos
Al arrancar el mes de octubre no es mala idea hablar con su banco. Provoque un acercamiento responsable anticipando lo que viene a principios de 2021 con una más clara proyección de cuánto puede pagar, cómo lo pagaría y qué tanto necesita en términos de plazo. Si tiene obligaciones en tarjetas de crédito y ante menos consumo, aproveche para bajar esos saldos al mínimo entre hoy y diciembre. Controlar el gasto en diciembre, contrariamente a otros años, será seguramente una prioridad.
Son tiempos inéditos, de enfoques diferentes, de atención a lo realmente importante. El orden financiero de nuestras vidas puede traducirse en menos estrés, más tranquilidad y por ende mejor calidad de vida. Vayamos por ese norte.